Muchas veces, una película a priori mediocre triunfa en taquilla a base de sacar jugo a los cuerpos de sus estrellas. Pero en la gran pantalla las cosas no son siempre lo que parecen: los retoques digitales y los dobles de cuerpo son más frecuentes de lo que el espectador podría pensar.
Elena Box
Elena Box
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Cartel de Doble Cuerpo |
A mediados de los 80, Brian de Palma daba una vuelta de tuerca al voyeurismo más cinéfilo con Doble Cuerpo, un thriller en el que un actor engañado por su mujer se traslada al lujoso apartamento de un amigo, desde cuya ventana contempla cada noche el morboso espectáculo que organiza su vecina. La desconocida es la actriz Deborah Shelton, pero en la ficción su personaje lo interpreta Melanie Griffith. Sin embargo, lo que muchos no saben se esconde en los créditos finales: las escenas más eróticas no las rodó ninguna de las dos, sino la actriz porno Annette Haven.
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Janet Leigh en Psicosis |
No pocos vieron en aquel filme una hitchcockiana combianción de Vértigo y La ventana indiscreta. Y precisamente el mago del suspense fue también uno de los pioneros en la cuestión del doblaje corporal: Aunque la mayoría de estudiosos coindicen en que el primero en utilizar una doble de cuerpo fue René Clement en Gervaise (1956), Hitchcock pasó a la historia con su escena de la ducha en Psicosis. En 1960, una estrella de Hollywood como Janet Leigh jamás habría aparecido desnuda ante las cámaras. Su cuerpo es en realidad el de Marli Renfro, una stripper de Las Vegas a la que el cineasta británico contrató por 500 dólares.
LO QUE OCULTAN LOS CLÁSICOS
Aparte de su sonrisa, si algo seduce de Julia Roberts son sus larguísimas piernas, sobre todo en el clásico Pretty Woman. Pero a los productores, la "novia de América" les pareció demasiado delgada, por lo que incluso en el cartel de la película su cuerpo es el de Shelley Michelle. Aunque su nombre no suene a casi nadie, Michelle es una de las más célebres dobles de cuerpo de Hollywood. En su libro Confesiones de una doble de cuerpo cuenta cómo sus curvas han reemplazado en la gran pantalla a las de Kim Basinger, Sandra Bullock e incluso a Madonna.
Shelley Michelle en "Entertainment Tonight" (2:02 min.)
Otra protagonista de falsos desnudos es Demi Moore. Su cuerpo no era el que aparecía en Ghost, ni tampoco en la sensual Una proposición indecente. Y la lista continúa: Natalie Portman no mostraba en realidad sus carnes en Los fantasmas de Goya, ni Jennifer Beals realizaba las acrobacias más complejas en Flashdance. La última en engañar al espectador ha sido Jessica Alba en Machete: su espectacular desnudo es, esta vez, un montaje digital.
ELLOS TAMPOCO SE SALVAN
Las mujeres no tienen la exclusiva en temas de pudor. Willem Dafoe fue doblado por un actor porno en Antocristo y Tristán Ulloa también reconoció que lo sustituyeron en una escena de Lucía y el sexo. Incluso el "malo" de la oscarizada El secreto de sus ojos, Javier Godino, reconoció ante los medios del Festival de San Sebastián que sus atributos viriles fueron retocados por ordenador cuando se enfrentó a Soledad Villamil en el juzgado.
Sin embargo, no todo es falso en el cine y hay actrices, como Rachel Weisz, que aseguran que nunca se avergonzarán de su anatomía. Kate Winslet, por ejemplo, se negó a perder peso o a que la doblaran para su papel en El Lector. ¿El motivo? Según dijo, "su personaje perdería credibilidad".
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